Parecerá una
tontería, pero la generación de bolas de pelo es un problema muy a tener en
cuenta para el cuidado de un conejo. La mayoría de
ellos originan estas bolas en el estómago debido al pelo que ingieren
involuntariamente a lo largo de su día a día, y aunque lo normal es que su
propio aparato digestivo las elimine, pueden llegar a obturar el intestino. De
darse el caso, el animal lo demostrará perdiendo el
apetito, perdiendo peso y deponiendo cada vez menos, y tal y como se den estas
circunstancias, es necesario que un veterinario le asista con un tratamiento a
base de laxantes. Hay que actuar con prontitud, puesto que dejando pasar el
tiempo, podría ser necesario recurrir a la cirugía.
Una forma de prevenirlas es dándole Piña natural una vez al mes.
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